ISABEL
"LA CATÓLICA"
Isabel
I "La Católica"
(1272 – 1305)
Isabel
nace el 22 de abril de 1451 en el pueblo abulense de Madrigal de las Altas
Torres.
Será la tercera hija del rey Juan
II de Castilla, casado en segundas nupcias con doña Isabel de
Portugal, la madre de la futura Reina Católica.
Su
infancia transcurrió en Arévalo, donde se trasladó su madre al poco
tiempo de enviudar. La estancia en Arévalo no fue muy agradable ya que la
madre pronto empieza a dar muestras de locura. Poco sabemos de su instrucción,
suponiendo que en estos años aprendería a leer y escribir.
Retrato
de Isabel "La Católica"
En
1464 el rey Enrique
IV, su hermanastro, la lleva a su corte, dotándola de rentas,
mercedes y una villa en Casarrubios del Monte.
Las
relaciones entre los hermanos son bastante estrechas y don Enrique da
muestras de cariño hacia la joven infanta al igual que a su otro hermano,
don Alfonso.
La
situación en la corte de Enrique no es muy gratificante ya que los nobles
desean restar aún más poder al legítimo monarca, produciéndose un
soterrado enfrentamiento entre los partidarios de una monarquía fuerte y
los que optan por un monarca manejable del que puedan conseguir todo tipo de
gracias y mercedes. En este ambiente se produce un hecho significativo
conocido como "Farsa de Avila".

Espada Isabel "La
Católica"
En
el que en una grotesca ceremonia los nobles deponen a Enrique IV y nombran
rey de Castilla al príncipe Alfonso, alegando que la heredera Juana es ilegítima
al ser fruto de los amores de la reina y el valido, Beltrán de la Cueva, de
donde viene el nombre de Beltraneja con el que la infanta es conocida
posteriormente.
Isabel
estuvo al margen de todas estas maniobras pero pronto entró en escena.
La
muerte del príncipe Alfonso en 1468 provocó que sus partidarios elijieran
a la joven infanta como nueva candidata a arrebatar la corona a Enrique. El
objetivo nobiliario será contar con una persona manejable con la que
realizar sus intereses personales. En este contexto se firma el Pacto de los
Toros de Guisando (1468) en el que Enrique reconoce a su hermana Isabel como
princesa de Asturias, confirmando la ilegitimidad de su hija Juana.
Resulta
curioso como Isabel, cuyas posibilidades de reinar en Castilla eran muy
escasas al nacer, se había convertido en la sucesora al trono. Como
princesa de Asturias Isabel "La Católica" debe elegir un buen marido para casarse. Los
candidatos a este matrimonio político fueron varios: Alfonso
V de Portugal; don Pedro Girón, maestre de Calatrava, y Fernando
de Aragón, heredero de la corona vecina. La elección se consumó en Ocaña,
donde Isabel "La Católica" eligió a Fernando de Aragón.
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Isabel
"La Católica" |
Fernando
"El Católico" |
El
matrimonio se celebró en Valladolid el 19 de octubre de 1469, presentando
el arzobispo Carrillo una bula papal falsa ya que ambos contrayentes eran
primos segundos, teniendo como antepasado común a Juan
I de Castilla.
Pero
este matrimonio significará el enfrentamiento entre los dos hermanos ya que
Enrique reacciona rápidamente y declara ilegal el nombramiento de Isabel
como princesa de Asturias, reconociendo a Juana como su heredera legítima (Valdelozoya,
1470)
La
guerra civil está servida aunque aún queden algunos años para estallar.
En un primer momento, Isabel y Fernando apenas cuentan con aliados, retirándose
a Medina de Rioseco, pero paulatinamente va creciendo el número de sus
partidarios: el País Vasco, Borgoña, Roma y especialmente la poderosa
familia Mendoza. La posición de Isabel es cada vez más fuerte y parece que
el propio Enrique se aviene a negociar. Pero en estos momentos el monarca
fallece en Madrid, en la noche del 11 al 12 de diciembre de 1474, sin hacer
testamento.
Tomando
como base el tratado de los Toros de Guisando Isabel se proclama reina de
Castilla en Segovia, el 13 de diciembre.
Es
una política de hechos consumados que provocará la guerra entre Isabel y
sus partidarios -que apoyan una monarquía estable y consolidada- frente a
Juana y sus aliados -curiosamente los que anteriormente la consideraban ilegítima,
pretendiendo consolidar sus derechos feudales y relegar la monarquía a un
plano meramente formal-
En
enero de 1475 se firma la Concordia de Segovia entre Isabel y Fernando donde
se produce un reparto de competencias entre ambos monarcas. Isabel es
"reina y propietaria de Castilla" y su esposo recibe el título de
rey. Desde ese momento los esposos formarán un bloque imposible de dividir
y con esa firmeza pueden hacer frente al estallido de la guerra.
Isabel
y Fernando. Los reyes católicos.
La
guerra civil se produce entre 1475 y 1479, convirtiéndose en guerra
internacional al participar Portugal y Francia apoyando a Juana mientras que
Aragón rinde su apoyo a Isabel. La derrota portuguesa en las cercanías de
Toro (1 de marzo de 1476) y las dificultades francesas para invadir tierras
guipuzcoanas gracias a la labor de la marina vasca inclinan la balanza a
favor del bando isabelino.
Durante
tres años se irán sofocando los focos de resistencia en tierras extremeñas
y andaluzas, lo que indica que la causa isabelina no estaba tan arraigada.
Los Tratados de Alcaçovas (septiembre de 1479) ponen fin a la contienda y
desde ese momento Isabel está firmemente asentada en el trono. Ese mismo año
de 1479 muere Juan
II de Aragón por lo que Fernando se convierte en rey aragonés,
poniéndose en marcha la unión dinástica de Castilla y Aragón.
Los
cimientos del Estado moderno se están colocando en la Península Ibérica.
Para robustecer el poder real se tomaron una serie de medidas de gran
calado, la mayor parte de ellas en el seno de las Cortes: la constitución
de la Santa Hermandad con fines de índole policial y judicial (Madrigal de
las Altas Torres, 1476); la reorganización del Consejo Real, la ampliación
de las competencias de los corregidores (Toledo, 1480); regulación de la
Hacienda Real; revisión de las mercedes otorgadas a los nobles por Enrique
IV; incorporación de los maestrazgos de las Ordenes Militares a la Corona
al nombrar Gran Maestre a Fernando; establecimiento en Valladolid de la Real
Chancillería, creando una segunda Chancillería en Granada (1505);
constitución de un ejército permanente que tiene como núcleo las Guardias
Reales, las milicias urbanas y la Santa Hermandad.
En
materia religiosa se produce la expulsión de los judíos (1492); la reforma
de las órdenes religiosas, labor realizada por el cardenal
Cisneros; y la creación de la Inquisición en Castilla (1478)
gracias a la bula "Exigit sinceras devotionis affectus" promulgada
por Sixto
IV por la que se otorga a los reyes el poder de nombrar dos o
tres obispos para desempeñar el oficio de inquisidores, produciéndose las
primeras condenas en Sevilla durante el año 1481.

La santa inquisición
En
1492 se producen tres hechos de gran importancia para España: la conquista
de Granada, la conquista de las Canarias y el descubrimiento de América
gracias a Cristóbal
Colón.
Los
tres episodios se pueden relacionar con la política exterior desarrollada
por Isabel y Fernando, encaminada a extender los dominios ibéricos para
afianzar la corona como una potencia internacional, enfrentándose a
Francia. Bien es cierto que la línea trazada por Fernando tenía como
objetivo la expansión hacia el Mediterráneo -Italia y Sicilia- pero con
estas nuevas aportaciones Castilla se abría al Atlántico. Gracias a las
bulas "Inter Caetera" (mayo de 1493) el papa Alejandro
VI concedió la soberanía de las tierras descubiertas.
Será este mismo pontífice quien otorgue a Isabel y Fernando el título
de Reyes Católicos en 1494 que también disfrutarán todos sus herederos.

Espada Reyes Católicos
Dentro
de la política exterior conviene destacar la política de enlaces diseñada
por los reyes para sus hijos. Todos los matrimonios están encaminados a
aislar a Francia: Isabel casaría con el príncipe portugués don Alfonso y
al enviudar, con su heredero, don Manuel
el Afortunado; Juan casará con Margarita
de Austria, hija del emperador Maximiliano
I y María de Borgoña; Juana
contraerá matrimonio con Felipe
de Austria, también hijo del emperador; María se casará con su
cuñado, el viudo don Manuel de Portugal; Catalina será la primera esposa
de Enrique
VIII de Inglaterra.
Portugal,
el Imperio e Inglaterra, rodeando con sus vástagos al reino francés. El
diseño de Fernando no podía ser más perfecto. La muerte del príncipe
Juan en 1497 provocará a doña Isabel una depresión, quizá por motivos
sucesorios.
El
fallecimiento de Isabel (1498) y su hijo Miguel (1500) el testamento deja
como heredera y propietaria de la Corona de Castilla a su hija Juana.

Retrato de Juana "La
loca"
El
cadáver de doña Isabel fue llevado a Granada donde será enterrado, pudiéndose
apreciar hoy en día un precioso mausoleo, realizado por Domenico Fancelli,
en la Capilla Real granadina, acompañada de su esposo Fernando.

Sepulcro de los reyes
católicos en la catedral de Granada.
Si lo deseas puedes apreciar la espada
de Isabel "La Católica" junto con una cuidada selección de
espada históricas.
Espada
Isabel "La Católica", Aceros de Hispania
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