ESPADAS
ROMANAS
Desde el inicio de los tiempos, el hombre en su
necesidad de defensa y su afán de conquistas, ha ido desarrollando un tipo
de armamento acorde con el momento histórico que vivía. Partiendo de las
primeras piedras y garrotes de madera o hueso ha habido un importante
proceso evolutivo en cuanto al armamento ofensivo se refiere conductor, a
través de los siglos, de la búsqueda de nuevos materiales cada vez más
resistentes y duraderos que permitiesen la fabricación de mejores armas, y
de un desarrollo morfológico que adecuase dichas armas a las necesidades de
cada periodo histórico.

Espadas romanas cortas
conservadas desde la antiguedad.
El descubrimiento de los metales y su
forma de trabajarlos, supuso un gran avance en la industria armamentística,
pudiéndose fabricar nuevos instrumentos de ataque y defensa en un material
más fácil de trabajar y más duradero. Esta nueva etapa surgiría con la
obtención de cobre a partir del mineral, fabricándose primitivos
utensilios, pero debido a su blandura en estado puro, se buscaron formas de
endurecimiento. El desarrollo del horno metalúrgico, partiendo posiblemente
de un horno de cerámica o de cocción de alimentos, iniciaría la producción
en masa del armamento primitivo, al poder fundir los minerales existentes en
la Edad del Bronce: plomo, cobre, estaño y por supuesto oro y plata. Así,
con la obtención de nuevas aleaciones o con los metales en un estado semi
puro, podían conseguirse nuevas formas que ni el más experto tallista habría
conseguido en piedra o hueso, sin olvidar que un arma de metal, como sería
la espada, una vez rota era más fácil de restituir volviéndose a fundir,
cosa imposible con la piedra.
Esta posibilidad de nuevas formas a partir de la
fundición del metal, llevó a los primitivos armeros a desarrollar un
modelo portátil de armamento que no ha dejado de evolucionar en forma, tamaño
y técnica de uso, hasta nuestros días. Nos referimos por supuesto a la
espada, máximo exponente de la panoplia armamentística del guerrero y fiel
acompañante a través de los siglos en toda suerte de contiendas.

Diferentes modelos de
espada romanas.
Fue en la Segunda Guerra Púnica cuando los
romanos tuvieron que vérselas con esta formidable espada que portaban los
infantes españoles de Aníbal. Esta espada española estaba realizada en
hierro de altísima calidad, la hoja tenía doble filo y media 50 cm. de
largo por 7 cm. de ancho. La espada española tenía una gran punta que la
convertía en un arma excepcional manejada por un infante cubierto por un
gran escudo, ya que lo único que tenía que hacer era parar el tajo de la
espada larga del adversario con el escudo y atravesarlo de parte a parte. La
espada española se utilizaba de punta, para "pinchar" al
adversario, con lo que el brazo que la manejaba sólo tenía que moverse
hacia delante y no hacia arriba y el infante que la manejaba se exponía a
menos que con una espada de corte. Manejadas por los expertos infantes españoles
en sus guerras contra Roma, estas formidables espadas causaron tal terror en
los legionarios romanos que el Senado decidió adoptarla como arma
estandarte en el equipo romano sustituyendo a la espada griega de hoplita.
De la espada española se ha dicho que ninguna otra arma ha matado a más
hombres a lo largo de la Historia hasta la llegada de las armas de fuego. Y
es cierto. El puñal o pugio es también español, la hoja medía unos 24
cm. de largo por 6 cm. de ancho.

Espada cinqueada romana réplica
de las que se utilizaban en la antiguedad.
La espada romana, el famoso "Gladius
Hispaniensis", se inspira como su nombre indica en la espada corta
hispana. En diversos momentos históricos fueron apareciendo diferentes
modelos de espadas romana que se han catalogado por el nombre del lugar
donde se encontraron los restos.

Gladius romano utilizado
generalmente en las batallas.
El desarrollo de la espada romana como
equipamiento básico del guerrero, no pasó desapercibido para la poderosa máquina
de guerra romana, la cual armó a sus legiones con dos tipos de espada
principalmente. El ejército romano compuesto básicamente por infantería,
dependía en cierta manera de sus tropas aliadas para formar una caballería
efectiva, organizándose ésta última a partir de tropas nativas que vestían
y se armaban de forma propia. Durante la guerra de la Galia, Cesar levantó
un fuerte cuerpo de caballería que usaba un tipo de espada romana larga que
daría lugar más tarde a la denominada Spatha. Sobre el origen de ésta,
existen varias teorías, siendo la más aceptada, que surja de la evolución
de las espadas célticas del último periodo de La Tene III. Por el
contrario la infantería, se dotaba de una espada romana más corta llamada
Gladio, que se portaba en bandolera sobre el costado derecho. Originalmente
estas espadas romanas eran de punta roma, desarrollándose posteriormente
una espada ancha de aguda punta triangular basada en la espada hispana,
surge entonces el llamado Gladio Hispaniense.

Otro modelo diferente de
gladius romano.
Las hojas de las espadas romanas eran de dos filos con una sección
romboidal o lenticular, sin acanaladuras ni adornos. Algunas de estas
espadas romanas estaban compuestas por una parte central de acero bajo en
carbono con filos de acero rico en carbono, otras tenían un alma de acero
bajo en carbono rodeada de un exterior de acero rico en carbono y otra más
estaban compuestas totalmente de acero bajo en carbono. El vástago era un
extensión de la hoja de la espada, que se proyectaba a través de la empuñadura.
La punta estaba remachada sobre una arandela o un clavo decorativo.

Espada romana y espada
cinqueada romana fabricadas con acero de primera calidad.
Las espadas romanas se llevaban en el
lado derecho, colgando altas de un tahalí de cuero de 1,25 a 2,5 cm. de
ancho. Los broches de tahalí que se pueden ver en algunas reconstrucciones
modernas son en realidad adornos para arneses de caballos. La vaina tenía
cuatro anillos para colgar, en la parte trasera el tahalí se dividía en
dos y se cosía a ambos anillos, mientras que en la delantera solo se usa el
anillo superior, tanto cosido como por medio de una hebilla. El tahalí podía
estar teñido. Una forma más antigua de portar la espada romana, más común
quizás en las de tipo "MAINZ", es colgarla del cinturón, aunque
no sabemos con exactitud como se hacía. Implicaría el uso de cortas
correas de cuero unidas a los anillos, ya sea formando un lazo o entrecruzándose.
Al principio, el gladius hispaniense tenía solo dos anillos en la parte
trasera de la vaina. Se han hallado restos con pequeñas hebillas unidas a
los anillos, lo que sugiere el uso de correas que lo unían al cinturón.
Probablemente el uso de cuatro anillos se impuso a finales del siglo I antes
de Cristo
[Espadas]
[Espadas
históricas]
[Ir
a página principal] [Ir
a tienda]
[Listado
de espadas]
|